Como algunos sabeis, la animación ha sido siempre para mi la crónica de un anhelo anunciado. Siendo crío, como otros muchos, deseé trabajar para Disney como el que desea ser piloto de ladillas o ginecólogo nuclear. Ultimamente, en algunos ataques de autorevisionismo, ando dándole vueltas al hecho de que, 20 años después, sigo queriendo trabajar en la animación. Y ya que uno es ignorante grave y confeso, me he puesto para este año la meta de aprender los principios de la animación. Así, os convierto en testigos directos de este auge y caída de una vieja ilusión. Sé que no voy a trabajar para Pixar. Sé que no voy a trabajar para ILM. Pero voy a hacer que algo se mueva en 3D!
En este nuevo afán, aproveché el rato antes del soporífero partido de esta tarde para bichear por la red. A través del portal 3D y Animación (del que espero convertirme en asiduo) llegué al blog de Mario Pochat, que ha sido alumno de Animation Mentor. No se que antecedentes tendría Mario, pero los estupendos resultados demuestran porqué esta escuela llena de prestigiosos tutores cobra 15000$ por curso. Resumen del párrafo: ni la autocompasión me quita la pena de ser pobre como una rata! Las cifras de cursos aquí en España siguen el mismo camino, así que pasamos de las academias: me pondré de nuevo el disfraz de autodidacta y empezaré a darle caña al Maya a la vuelta de NY.
A Gentlemen’s Duel (Blur Studios)
En fin, inauguro con este post la categoría de Animación, de la que os traeré cositas buenas, ya sean largos, cortos, escenas de videojuegos, videoclips, etc. Por lo pronto, echad mano de la mula y bajaos One Man Band, de Pixar, y A Gentlemen’s Duel, de Blur Studios. Dos maravillas como dos tortillas.